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Diajaira
Mendoza, quien cuenta con bajos recursos económicos, se vio en la necesidad de
solicitar apoyo de algunos centros médicos debido a que presentaba un delicado
estado de salud.
Esta
mujer de 58 años de edad, posee antecedentes de sincope o lo que es igual a un
desmayo repentino que la conduce a una pérdida de consciencia, que le generó en
varias oportunidades lo que medicamente se conoce como muerte súbita. Además sufre
de Cardiopatía Isquémica con Fibrilación
Ventricular (FV), por cuanto ameritaba con urgencia una intervención denominada
Plan de Implante de Resincronizador más Desfibrilador
Automático implantable Biventricular Bicameral, pero que por su alto costo le
era imposible pagar.
De esta
manera, y por lo delicada de la situación, la señora Mendoza recurrió a las
instituciones del Estado para solicitar el subsidio de esta delicada y
necesaria operación, fue entonces cuando llegó a las instalaciones de CVAL, “por
lo urgente de la intervención empecé a buscar una institución que me ayudara
con el pago, por lo que llegué a la Corporación pensando que era otra empresa”
comentó la beneficiaria, a lo que añadió que “en la recepción me dijeron que la
persona que buscaba no laboraba en CVAL, me preguntaron que necesitaba y
explicándoles mi caso, me dijeron que aquí
existía una Oficina de Atención al Soberano donde me podían ayudar”.
En
Atención al Soberano recibieron su caso e inmediatamente empezaron a articular
con distintas instituciones del Estado en Caracas, siendo Sudeban quien de
manera rápida y eficiente solicitaron los recaudos necesarios tales como, presupuestos,
informes médicos y datos personales de la paciente, para agilizar el proceso
del subsidio. El dispositivo que se le instaló fue localizado y traído
desde Alemania. El siguiente paso fue
ubicar el ente hospitalario donde se le practicaría la cirugía y por último fue
realizada con éxito la intervención.
Mireya
González, funcionario de Atención al Soberano explica que “fue un caso bastante
particular debido a lo delicada de la intervención y el estado de salud de la
señora Mendoza, por lo que requirió del mayor de nuestro esfuerzo para poder
conseguir solución y salvarle la vida a esta persona”, al tiempo que refirió que
“este tipo de trabajo toca la sensibilidad humana de nosotros y es imposible no
dar el todo por el todo para ayudar a todas las personas que llegan aquí solicitando una
ayuda”.
El agradecimiento por parte de la beneficiaria no se
hizo esperar y expresó que “primero darle gracias a Dios y luego a CVAL por
medio de Atención al Soberano que con un trabajo de hormiga lograron conseguir
el implante para salvar mi vida”.
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