lunes, 9 de noviembre de 2015

La EVAN instó a reflexionar acerca de la alimentación soberana en Gradas Bolivarianas

La madre responsable envió a su hija Caperucita a casa de su abuela, que vivía en Los Jardines de El Valle, con una bolsa de comida que había cosechado en su propia casa, con hortalizas, verduras y algunos huevos, todo fresco; demostrando una vez más que sí es posible practicar la Soberanía Alimentaria y más en grandes ciudades como Caracas. Sin embargo, el “lobo” que anda por el mercado que genera las trasnacionales y venden productos “alimentarios”, apareció en escena y terminó adueñándose de toda la humilde cosecha y desequilibrando el organismo de la inocente Caperucita.
Así, con “La otra historia de la Caperucita” del grupo teatral Comunicalle comenzó la séptima edición de las Gradas Bolivarianas, espacio generado por el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información (Minci), donde la Escuela Venezolana de Alimentación y Nutrición (EVAN), perteneciente al Instituto Nacional de Nutrición (INN), participó en el foro sobre la Alimentación Soberana, centrándose en la comida 4S (Sana, Sabrosa, Segura y Soberana), exponiendo algunos datos a través de la vocería de la nutricionista Guadalupe Muñoz.
La Directora de la EVAN llamó a “ampliar la conciencia” con respecto a alimentarse, ya que es un “acto social, económico y político”, que se debe entender a profundidad para no ser engañados por el bombardeo publicitario y dominado por los interese de las trasnacionales de alimentos.
Muñoz señaló que actualmente hay “un gran nivel de inconsciencia para alimentarnos” y en la vida diaria “comemos cualquier cosa que nos encontremos, como elementos sintéticos”.
Aportó que en el país se ha perdido la capacidad de producción de distintos rubros, para obtener diversidad y eso es muy conveniente para las grandes industrias del alimento, ya que prácticamente obligan a las personas a consumir el producto que hay, es decir, el rubro más fácil que haya para cultivar y tienden a unificarlo y a industrializarlo, quitándoles casi todas sus propiedades.
Agregó que a veces se dan casos de “dietas” en cualquier familia, que te obligan por tener cierta patología a comer un pedazo de pollo “trasparente” a la plancha, un pedazo de zanahoria “sin sal ni sabor alguno” y un pedazo de tortilla “integral” de una marca conocida, sólo porque esa es la “buena”, sin tomar en cuenta que eso además tiene un efecto psicológico negativo en la persona.
Muñoz insistió en que el INN, actualmente realiza un esfuerzo grande, a través de sus políticas públicas, para tratar de “cambiar los hábitos alimentarios”, debido a que el proceso de globalización ha deslastrado a las y los venezolanos de sus costumbres.
Un derecho esencial que defender
En este interesante foro también estuvo presente como panelista el periodista William Castillo, quien invitó a hablar de la alimentación “pero de una forma distinta”, ya que “el capitalismo ha convertido a la alimentación en una mercancía, cuando la alimentación es un derecho esencial del ser humano, que debemos defender”.
Castillo también desnudó sus opiniones, como un ciudadano más que hace mercado a menudo, apuntando que también “nos crean necesidades artificiales, que naturalizamos al ir al automercado”, donde se muestran muchos productos que no son necesarios para vivir.
El también presidente de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL), precisó que hablar de la Cultura Alimentaria “no es cualquier cosa” porque se trata “de un concepto global”, que perturba todas las culturas y formas de alimentarse.
Castillo apuntó algunos ejemplos con la falta del azúcar en las familias venezolanas, ante la guerra económica, expresando que eso se ha convertido en una “imposición nutricional”. Recordó que la azúcar refinada (la blanca), en su relación con el organismo, consumida en exceso hace a las personas dependientes afectando partes del organismo como el páncreas.
Hoy en día en Venezuela “hay niños de 10 años que ya son diabéticos. Hay que reflexionar en ese sentido”, agregó que “hay entre 20 y 22 mil venezolanos (adultos) que mueren por algún tipo de cáncer (…) esto por un modo de alimentación determinado, consumo de productos químicos, aunado a una sociedad estresante que genera organismos débiles”.
El reconocido comunicador social, además compartió otras cifras estremecedoras como que en el país se producen “entre 25 y 27 mil enfermedades por hipertensión y accidentes cerebro vasculares”.
“No se trata de dejar de consumir esos productos (como el azúcar), sino tener el control del consumo. Tener mejores hábitos alimentarios. Ese aspecto ha sido olvidado. Hay que reducir el consumo de productos industrializados. En estos momentos debemos tener más conciencia y reflexión”, atinó Castillo.
Igualmente, el panelista no dejó de compartir algunos mitos en cuanto a la alimentación como que “las fórmulas lácteas sustituyen a la lactancia materna” lo cual es falso, también que “los cereales industriales (en caja de cartón) contienen vitamina D” algo que engaña al consumidor, al igual que el caso de que “las compotas alimentan a los niños” lo cual es mentira ya que las mismas sólo contienen agua, colorante y almíbar.
En este evento, el INN ofreció a las y los presentes desde la Cocina Soberana un jugo refrescante natural, preparado con los ingredientes de pepino, limón y papelón, el cual fue muy bien recibido; por esto la Misión Alimentación se une a las voces del equipo de las Gradas Bolivarianas, para invitar a la población venezolana a que “olvide el derroche” y “aprenda de lo malo” e inicie un desafío desde el seno de las familias y se unan a la Cultura Alimentaria con las 4S.
Prensa INN / Yolianny Meléndez
Fotos / Judith Jaque

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